No eramos solo tres, sino cuatro

Ante todo hola a todos los lectores que visiten esta aterradora historia real que me ocurrió a mi y mis dos primos Rafa y Alex. Era un día de Junio del año pasado,mi primo Alex se quedo conmigo la noche anterior por unos motivos personales. Antes de dormirnos empezamos a contar que haríamos mañana y llegamos a la conclusión de que jugaríamos a un juego de miedo y basado en tener la casa totalmente a oscuras, una vez decidido nos fuimos a dormir.
Ya por la mañana, mi madre se fue temprano a trabajar y nosotros nos quedaríamos hasta la tarde solos. Para nosotros dos no fue problema, desayunamos y vimos un poco la tele, hasta que llegaron las 10:30 y llamamos a mi primo Rafa, para que se viniera a jugar a un juego de terror, él no se lo pensó dos veces y aceptó nuestra invitación.
Mientras Alex y yo íbamos poniendo mantas y toallas en las ventanas para que todo estuviera listo cuando mi primo llegase. Una vez ya los tres, bajamos todas las persianas y nos dirigimos a la cocina,el único lugar que tenia luz, allí dijimos como íbamos a jugar, pero una vez que íbamos a comenzar, no sabemos como, la tele se encendió sola, a nosotros tres nos entro un escalofrío, aterrados salimos de la cocina con unos cuchillos cada uno y detrás de cada uno para mayor seguridad, llegamos al salón y apagamos la tele que hablaba de un tema relacionados a los espíritus en las casas.
Pasado ese momento tan angustioso decidimos dejar el juego y hacer que la luz reinara mi casa, pero al intentar quitar las mantas y toallas el ventilador se cayó de la mesa y la hélice del aparato salió y se clavó en la pared, aterrados y con mas motivo encendimos la luz y esta no se encendía y de pronto escuchamos pasos que no eran nuestros.
Sin pensar, bajamos por las escaleras a toda prisa y los tres miramos para arriba y vimos una sombra en el balcón que nos miraba fijamente y en ese momento corrimos de mi plazoleta para irnos lejos, justo al pasar la esquina mi madre venia acompañada de mi padre, todos les contamos la historia que nos había pasado y no nos creyeron, ellos subieron y nosotros les acompañamos y al llegar a la puerta todo estaba en su sitio, lo mas raro nunca visto, hasta la hélice que salió disparada e impactó contra la pared no estaba ni la marca tampoco.
Desde ese día, yo no puse mas la casa a oscuras.

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